dijous, 23 de setembre del 2010

Estrellas de vuestro oscuro cielo

Contemplad lo que somos,

criticándonos por aquellos dones que no podéis concebir,
como ser personas de una sola pieza,
tales como el orgullo y la dignidad, 
y el aprecio por vivir.

Mientras vosotros os condenáis en la miseria,
de la codicia, ambición y la lucha por el poder,
nosotros avanzamos como personas, 
tan solo codiciando lo que nos falta por aprender.


Contemplad nos como lo que somos,

las estrellas de vuestro oscuro cielo.


Sin ustedes ser nadie,

intentasteis cambiarnos,

querias que fuesemos ovejas en esta sociedad,

junto al resto del rebaño.

Aquel que creasteis para manipular.


Intentando así que dejasemos de ser personas

alimentasteis el fuego en el que más tarde,

vuestra alma arderá,
y mientras vuestra alma arda en llamas,
la nuestra permanecerá serena,
ante el rocío de la noche.

Y mientras gastais vuestras fuerzas 
en intentar cambiarnos,
nosotros brillamos con más intensidad,
y resaltamos como lo que realmente somos,
estrellas fugaces de vuestro crudo y eterno invierno.

Somos muchos, somos uno,
somos únicos y fuertes,
sin necesidad de demostrarlo.

Siempre hicisteis ver que nos ignorabais,
y ahora cuando se acerca el momento,
clara se hace la diferencia
entre las personas de verdad,
y los prototipos que anhelan serlo.

Ahora es el momento,
no somos ovejas formando parte de un rebaño,
somos las estrellas de vuestro oscuro cielo.



dimecres, 22 de setembre del 2010

Permanecerás

En un pared,
sostengo los recuerdos que me dejaste,
duelen y pinchan,
pero menos que puñales,
pero sobretodo me aportan amor y melancolía de tiempos geniales.

Y si me equivoqué,
rectifiqué y volví a fallar,
tu me perdonaste,
sin pretensiones y solo por amistad,
me cogías la mano,
tirabas de mi,
me guiabas,
me enseñabas y me reconducías,
regalándome así tu ayuda,
con una sonrisa sin nada a cambio,
sintiéndote así realizado
y predispuesto en cualquier momento,
a volverme a ayudar.

Ahora que no estás,
amigo, te echo de menos,
pero que sepas que aquí dentro,
en el corazón,
siempre permanecerás.




dimarts, 21 de setembre del 2010

Libélula, libertad

Alargué las manos,
intentando capturar una libélula,
pero al abrir mis manos,
no estaba,
no obstante en verla marchar,
entendí que esta poseía toda la libertad que los humanos anhelamos tener.

Sentada en el banco de desconsuelo,
empiezo a plantearme un nuevo reto,
el de ser feliz y no dejar que nadie ponga impedimentos.

Sonrío,
con la seguridad de que estoy a tiempo,
de arreglar las cosas que hice mal,
y emprender de nuevo el vuelo.

Y así pues,
una vez me levanto y cierro el baúl de mis recuerdos,
empiezo a andar y alzo el vuelo,
dirigiéndome hacia mi destino,
y sin importar el tiempo.

No quiero retroceder ni un paso,
tras el desconcierto de quienes me hacían daño,
me siento viva.
Vuelo muy arriba,
menos escurridiza que la libélula,
y quizás demasiado deprisa,
pero volaré alto,
hasta que mis enemigos me pierdan de vista.
Y se den cuenta que esta vez no me pueden hacer daño.

Porque la libertad de tales,
termina donde empieza la mía.

Luz en el horizonte

Montañas en el horizonte,
repletas de nubes grises,
habrá tormenta.


¿Allà se halla mi destino?
¿Allà se halla mi lugar?
No hay otra opción,
no queda otro remedio...

Estoy perdida.
Mis pertenencias,
mis recuerdos,
todo aquello que yo queria,
quedó atrás.

La inseguridad
el temor,
mi falta de valentia,
arraso con todo lo que formaba mi vida,
ya no me queda nada,
ya ni tansolo parezco quedar yo.


Aquel sol parecía que iba a brillar para siempre,
que error tan grande.
Su luz se fué apagando,
hasta dejarme a ciegas.

Tube que marchar,
pese que estaba a oscuras,
con la incertidumbre sobre que pasaría,
pero lo más posible esque ya nada peor me pudiera pasar,
si esque verdaderamente ya no me quedaba nada.

Perdí por temor a avanzar,
y ahora avanzo por una senda oscura,
cuando lo tenia todo me quedé sin nada,
ahora que no tengo nada busco un camino,
que me devuelva a aquella luz que un dia perdí,
aquel sol que se apago un dia,
a aquello que me hacía vibrar de vida,
cuando mi vida aún algo tenia...

Siempre llegué tarde a mi destino,
nunca estube donde tocaba,
nunca crucé las puertas abiertas,
jamás emprendí por un camino preciso,
quizás ya no tenga más oportunidades,
demasiados errores en una misma vida.


En el horizonte una luz se hace visible,
parece ser de una tormenta
mientras ando por la penumbra,
mis andadas son lentas y inseguras,
sigo pensando en si estoy preparada,
pues nunca lo he estado


Aquella tormenta parece distinta a las anteriores,
Parece que un nuevo sol se esconde detrás ella,
todo será nuevo,
ni siquiera yo seré la misma.


A cada paso hacia el horizonte,
me pregunto si el sol también brillará,
como brillo en el pasado.